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Cracovia, Una Bella Ciudad Llena de Historia

MARPHIL TRAVEL | 24 Junio 2020

Hay muchas buenas razones para visitar Polonia, una de ellas es que es uno de los países más económicos de Europa, y cualquier circuito para viajar allí incluirá la histórica ciudad de Cracovia. Visitar la que en su día fue la capital del país es descubrir una ciudad llena de vida y, a su vez, sumergirte de lleno en uno de los capítulos más oscuros de la historia del siglo XX. A diferencia de la mayoría de las ciudades polacas, Cracovia conserva un increíble legado arquitectónico, ya que no sufrió grandes daños durante la Segunda Guerra Mundial.

En la ciudad misma, algunos de los lugares imperdibles para visitar son el Gueto, y el sitio de la fábrica que se hizo famosa en la película de Steven Spielberg, La Lista de Schindler.

Convertido hoy en un barrio de moda, Kazimierz, el barrio judío, fue durante siglos una ciudad independiente en la que convivían sin problemas los hebreos y cristianos. Repleto de iglesias y sinagogas, durante la ocupación Nazi, sus habitantes fueron deportados masivamente al gueto judío y finalmente, casi la totalidad de los 60,000 residentes de esta religión fueron exterminados. Tras décadas de abandono, a finales del siglo XX, el barrio recuperó la vida y se han instalado restaurantes kosher, museos y locales de música judía.

A poca distancia de la ciudad, es posible visitar tres lugares de gran interés. Las Minas de Sal de Wieliczka están situadas a solo 15 km. Estas minas son un impresionante entramado de cámaras subterráneas excavadas a mano en bloques de sal que se prolongan a lo largo de 300 kilómetros, de las cuales 3 están abiertas al público. La visita guiada destaca una capilla hecha de sal en una de estas cámaras.

Volviendo al tema de la Segunda Guerra Mundial, la localidad de Oświęcim, a unos 70 kilómetros de distancia, es donde se encuentra Auschwitz, el principal campo de exterminio de la Alemania Nazi, en el que fueron asesinadas más de un millón de personas, y que se conserva en su estado original como un recordatorio de los horrores de la guerra. Al atravesar el umbral de la puerta, un letrero forjado en hierro con la inscripción Arbeit Macht Frei ("El trabajo te hace libre") recibe al visitante: es la entrada a un infierno en el que se cometió todo tipo de atrocidades. La visita guiada te permite conocer la vida de los prisioneros y ver en primera persona barracones, cámaras de gas, hornos crematorios y varios objetos robados a los prisioneros antes de ser asesinados. La experiencia no te dejará indiferente.

El tercer lugar a visitar es Wadowice, la ciudad donde nació y creció el Papa San Juan Pablo II. La iglesia más antigua de Wadowice es la iglesia parroquial en la plaza del mercado, ahora llamada la iglesia de la Presentación de la Santísima Virgen María. Durante casi cien años, el retrato de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro colgó en la iglesia, y el joven Karol Wojtyla desarrolló una profunda y personal devoción por su imagen. Puedes ver el baptisterio donde el futuro papa fue bautizado el 20 de junio de 1920. Fue aquí donde ofició misa y pasó largas horas en oración. El 25 de marzo de 1992, el Papa Juan Pablo II le dio a la iglesia el estatus de Basílica Menor.

A la vuelta de la esquina de la Basílica se encuentra la casa donde nació el 18 de mayo de 1920. Su familia vivía en dos habitaciones, pero los apartamentos circundantes se obtuvieron después de su elección para hacer un museo. Sigue siendo un lugar popular para los peregrinos que a menudo posan para fotografías frente a la iglesia. El museo exhibe muchas de las posesiones de la familia, fotografías y artículos de su pontificado.

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